Un buen recurso para comenzar nuestro camino hacia el bienestar, es recuperar las sensaciones que nos generan los sentidos básicos. Y permitirnos tomar conciencia de ellas.
A través de esta sencilla tarea, lograrás tener momentos que sean agradables para ti. Sin necesidad de dedicarle mucho tiempo. Similar al “mindfulness” o el “hygge”, el objetivo es elegir algo que nos resulte positivo, y permitirnos experimentar las sensaciones que los acompañan.
Para ello, elegiremos una actividad/momento por cada uno de los sentidos.
A continuación, propongo algunos ejemplos:
GUSTO: Tomarse un café, y disfrutar el saboreo de cada sorbo.
OÍDO: Dedicarse un par de minutos a escuchar una canción que te guste. Mientras duren esos minutos, céntrate en las sensaciones que te produce, y disfrútalas.
OLFATO: Pasar por una panadería/pastelería con preparaciones recién sacadas del horno siempre es una delicia para nuestra nariz, y nuestros sentidos.
TACTO: Darse un baño de agua caliente. Y puedes añadir un ligero masaje en forma de caricia. Experimenta las sensaciones tan placenteras que lo acompañan.
VISTA: Ve a algún lugar, y disfruta de esas vistas maravillosas que tanto te gustan. Permanece unos minutos, o el tiempo que esa sensación agradable te dure.
El objetivo aquí es cómo puedes sentirte, aunque sea en un breve periodo de tiempo. No tiene que ser algo prolongado. Basta con unos minutos o, incluso, segundos.
Contacta aquí.